Las mujeres podíamos ir con tranquilidad a trabajar en cultivos, minería tradicional o actividades comunitarias y dejar a nuestros hijos con vecinas, hermanas, comadres, tías, etc. pero con la ocupación paramilitar se nos prohíbe reunirnos entre mujeres o se nos acusaba de ser colaboradoras de las guerrillas y a muchas nos tocó desplazarnos forzosamente dejando a nuestros hijos, los lazos de amistad y nuestras actividades económicas.
Las parteras tenían miedo de salir y teníamos que acudir a hospitales y fueron obligadas a ser curanderas de los heridos de los grupos armados o practicar abortos al interior de las filas.
¿Sabes que situaciones han vivido tus madres, tias, hermanas y abuelas para lograr cuidar de la vida de las niñas y niños de tu comunidad? Investiga en tu casa, comunidad o en tu escuela?
¿Cómo podemos evitar que niños y niñas participen de dinamicas violentas que afectan a la comunidad?Conversa con tus mayores sobre qué prácticas pueden implementar para proteger la vida de las niñas y los niños?
Las mujeres de ASOM cantan sobre su experiencia siendo madres y cuidadoras en medio del conflicto armado, con un ejemplo especifico, aunque no el unico. Así reclaman la paz, como una garantía para criar sus hijos e hijas en armonia. “¡Queremos paz!
seguridad en nuestras vidas,
¡un territorio
libre de violencias!..
Queremos paz.
seguridad en nuestras vidas”
El grupo avances fue una iniciativa de resistencia al reclutamiento forzado, durante la ocupación paramilitar del Bloque Calima, propiciada por mujeres mayoras de la vereda Chiquinquirá, quienes también pertenecen a ASOM, para proteger a sus hijos e hijas a través del arte tradicional musical. Hoy hay una nueva generación liderada por una de estas niñas quien hoy en día es mujer madre de familia